Muchas veces sentimos que no estamos suficientemente descansados como para empezar un nuevo día lleno de tareas y obligaciones.
Ir a trabajar o estudiar se nos hace pesado si sentimos que nuestro cuerpo y mente no están al 100%.
Esto se acentúa más si nuestra rutina diaria consiste en abrir los ojos, salir de la cama, ponernos la ropa, desayunar rápido (o ni siquiera desayunar) y salir corriendo a nuestras obligaciones.
Si quieres sentirte con más energía durante el día debes cambiar tu forma de comenzar cada mañana.
4 pasos para que empieces el día con energía
Aquí tienes unos sencillos pasos para empezar el día con más energía y positividad. Prueba hacerlos durante dos semanas y notarás los cambios en tu vida.
1. Escanea tu cuerpo
Es un ejercicio para conectar con cuerpo y mente que peudes hacer nada más despertar.
¿Cómo se hace?
- Cuando despiertes, quédate un momento en la cama.
- Inhala y exhala de manera profunda y calmada unas 4 veces.
- Cierra tus ojos y comienza a centrar tu atención en los dedos de tus pies. ¿Cómo los sientes?
- Desde los dedos de los pies, ve subiendo con tu mente. Recorre conscientemente tus pies, piernas, muslos, caderas, abdomen, manos, brazos, pecho, cuello, hasta llegar a la cabeza.
- Cuando llegues a la cabeza, vuelve a bajar con tu mente sintiendo cada parte de tu cuerpo imaginando una luz blanca que lo cubre hasta llegar a los pies nuevamente.
Beneficios:
Este ejercicio de visualización ayuda a mejorar la concentración, reduce el estrés y aumenta tanto la conciencia de nuestro cuerpo así como nuestra conexión con el mismo.
Te ayudará a salir de la cama siendo consciente de tu cuerpo y a no despertar «como un robot» que s emueve automáticamente.
2. Meditación de 5 minutos
Yo se que las prisas de la mañana dificultan que nos pongamos a meditar durante mucho rato. Pero con sólo 5 minutos de meditación a primera hora del día, notaremos beneficios asombrosos sobre nuestro cuerpo y mente.
¿Cómo se hace?
- En un lugar silencioso, en el que nada ni nadie te pueda molestar, siéntate en una postura cómoda y quieta (procura mantener siempre la espalda recta)
- Cierra los ojos y comienza por centrar tu atención en tu respiración.
- Simplemente presta atención en el aire que entra y sale de tu cuerpo.
- Deja que tus pensamientos pasen de largo, como si fueran nubes que miras desde lejos.
- Si alguno de estos pensamientos viene a tu cabeza, no te preocupes, vuelve a centrarte en la respiración.
- No juzgues estos pensamientos, no te juzgues a ti mismo ni a tu meditación.
Este momento en silencio es para conectar contigo, aquietar tu mente y prepararte para un día grandioso.
Beneficios:
Reduce el estrés, aumenta la concentración, mejora la creatividad, la paciencia y el positivismo.
3. Saludo al Sol
No hay mejor regalo para nuestro cuerpo que ayudarlo a despertar y prepararlo para el día de hoy.
El saludo al sol es una serie de 12 posturas de yoga que se enlazan y se realizan de forma fluidaç
¿Cómo se hace?
Busca un lugar en el que puedas moverte con soltura. Es necesaria una esterilla o una alfombra en la que te sientas seguro/a (que sea antideslizante).
Tengo un vídeo de cómo hacer el slaudo al sol paso a paso que te vendrá muy bien para empexzar a practicarlo.
Puedes verlo aquí: SALUDO AL SOL PASO A PASO por Gabriela Litschi
Beneficios:
Aumenta la energía y el calor interno de nuestro organismo además de ser una «meditación activa» que nos ayuda a crear conciencia de cómo nos movemos y cómo nos sentimos en este movimiento.
Dentro de sus muchos beneficios el Saludo al Sol tonifica y estimula los músculos y nervios del cuerpo estirándolos y revitalizándolos, aumenta la flexiblidad de las articulaciones de las piernas y favorece el riego sanguíneo.
Aumenta la capacidad de resistencia de todo el organismo y tonifica los órganos internos.
Previene contra la aerofagia, la indigestión y la gastritis.
Aumenta el autoestima y elimina la tensión.
4. Desayunar bien y con buena música
Sea lo que sea que desayunes. Aunque sea un zumo de frutas o un café, hazlo con gusto.
Que tu primera comida del día entre en tu cuerpo con alegría y no con prisas o preocupación (a veces nos tomamos el café rápido y comemos la tostada como si se fuera a acabar el mundo si no empezamos ya con nuestros trabajos)
¿Cómo se hace?
Si no te da tiempo a desayunar intenta cambiar un poco tus horarios y despertar unos 15 o 20 minutos antes.
Y, aunque no te guste comer tan temprano, prueba a beber un zumo de frutas o comer una pieza de fruta. Necesitas algo de combustible para mover tu cuerpo con energía.
Si a este pequeño desayuno le añades escuchar una música que te guste y que te levante el ánimo verás que tu forma de percibir las mañanas cambiará y saldrás de casa con una sonrisa (lo peor que podemos hacer es poner las noticias de todo lo mal que va el mundo anda mas empezar nuestro día, así que aléjate de ello por favor).
¿Cómo empezar a practicar los ejercicios?
No tienes que hacerlos todos juntos cada día, así que no te preocupes.
Elige el que más te guste o te convenga y repítelo cada día, o puedes también ir alternando cada ejercicio durante la semana. (recuerda mantener este nuevo hábito durante dos semanas, así notarás mejor sus efectos positivos)
Por ejemplo:
- lunes y martes comienza con el ejercicio número 1
- miércoles y jueves practica el ejercicio 2
- viernes y sábado un saludo al sol
- el domingo puedes elegir el que más te haya gustado de los tres anteriores o el que te costó más trabajo y así le dedicas un poco más de tiempo.
- y por supuesto aplica el consejo número 4 toda la semana, ¡¡te vendrá de maravilla!
Lo importante es que empieces a darte un tiempo para ti antes de ponerte con todo lo demás, tu salud física y mental te lo agradecerán.
Espero que estos cuatro consejos te sirvan para empezar tu día con más energía y que te ayuden a tener un cuerpo sano y una mente positiva.
Si te ha gustado este post compártelo con tus amigos, seguro que les vendría bien empezar también.
Un abrazo
Gabriela
A mi me gusta iniciar el día con un buen jugo natural de frutas, me da la energía que necesito durante la mañana.